sábado, 27 de marzo de 2010

Que la vida no le pase de prisa

Es posible que la vida esté pasando de prisa y lo note en las fotos que tiene en su rincón de recuerdos o en los portarretratos de la sala. Cada vez que se detiene a evaluarlas ve cómo sus hijos han crecido, se han casado, cómo han llegado sus nietos, cuántos años cumple en su empresa, cuánto le falta para jubilarse.

Así como en las fotografías van quedando plasmados cientos de momentos, etapas de la vida y personajes que incluso hoy ya no están, la vida también corre a toda prisa.

Por eso es tan importante que usted se goce cada instante, cada segundo, y qué mejor que hacerlo acorde con el tiempo.

Seguro a sus 20 años se gozó un buen campamento, dormir en una hamaca durante todas sus vacaciones, irse con ese maletín a cuestas a recorrer el lugar que quiso

Si no lo hizo, tal vez empiece a añorarlo, pues a sus 30 ya han llegado los hijos y no será lo mismo poner un edredón y un coche dentro de una carpa de camping. Mucho menos permitir mojarse debajo de la lluvia, por miedo a que sus hijos pesquen una gripa.

Es muy importante gozarse minuto a minuto a sus padres, escuchar consejos de sus abuelos, tener la paciencia suficiente para entender sus posiciones y disfrutar de los hijos antes de que crezcan, se enamoren y se vayan detrás de sus sueños.

Es hora de empezar a hacer esas cosas que siempre ha soñado y darle sentido al paso del tiempo.

LISTA

¿Qué hacer para vivir bien la vida?

La maestra en Reiki, América Villabona, le entrega algunas pautas:

1 No viva en solo dos tiempos: el pasado y el futuro. No espere un suceso grave para aprender a vivir el presente, no lo arroje a la basura, posponiéndolo para el futuro.

2 Practique técnicas de estados de contemplación que aplican todas las filosofías. Lea libros, respire, contemple el verde de los parques. Eso, en resumidas cuentas, es vivir el presente.

3 No confunda la alegría con la felicidad. La alegría es pasajera, la felicidad es un estado que debe estar en su vida diaria.

4 Dé las gracias por todo. Eso la aterrizará en el presente, pues estará dándole importancia a cada segundo de su vida.

5 Viva cada día como si fuera el último. Es una forma de disfrutar y de enriquecerse cada instante.

6 Introduzca sus pies en el agua por unos 10 minutos. Si lo hace por placer, ese descanso será mejor que seis horas de sueño.

7 Siéntese a tomar un café o un té en un sofá y disfrute su música preferida. Ese descanso será tan profundo como si durmiera dos horas.

8 Sea rebelde. Rebeldía es salirse de esos parámetros que a veces no disfruta o que hace por obligación y no por gusto.

LISTA

Es bueno preguntarse

1¿Se detiene a sentir el viento sobre su rostro por un instante?

2¿Cuándo fue la última vez que jugó bajo la  lluvia o caminó descalzo por el césped?

3¿Hace cuánto no contempla un atardecer?

4¿Cuándo fue la última vez que bailó, incluso solo en su casa abrazando la escoba?

5¿Desde cuándo no escucha las canciones que le erizan la piel o que le regalan un descanso único a su espíritu?

6¿Cuándo fue la última vez que escaló una montaña o caminó por la playa con los pies descalzos y jugó con la arena o construyó un castillo?

7¿Puede recordar un episodio cercano en el que se le salieron las lágrimas de la risa?

8¿Al levantarse de la cama se estira, respira profundo y siente que está vivo o sencillamente corre porque va de afán?

9¿Se siente gorda, fea, con canas, con arrugas y por eso no se toma fotografías ni sonríe?

10¿Su frase de todos los días es “no tengo tiempo” para visitar a sus padres, para sentarse en un café, para almorzar placenteramente?
Resultados: Si se sintió identificado con una de estas preguntas es el momento de cuestionarse ¿qué hace a diario para alimentar su alma, su espíritu? Si no hace nada, seguramente la vida le está pasando entre afanes y compromisos con otros, pero ninguno con usted mismo. Es hora de decir, “quiero complacerme”.

LISTA

¿Demasiadas cargas?

1¿Se la pasa pensando si podrá o no ser madre alguna vez? Si tiene la oportunidad de ser madre, gócese cada mes de gestación, si no puede serlo, disfrute la libertad y sea la mejor tía del mundo.

2 ¿Vive todo el tiempo diciendo ¡qué oso!? Pregúntese por qué le da pena saltar de la dicha, abrazar a esa persona que tanto ama, decirle todo lo que siente porque sencillamente él o ella ya lo saben. ¿Qué tal si mañana no estuviera?

3 ¿Le cuesta trabajo saltar, reír a carcajadas, correr, bailar solo? ¿Qué pasaría si a partir de hoy no pudiera hacerlo por una enfermedad o por el paso de los años?

4¿Tiene pena de su cuerpo? No espere a darse cuenta de la vitalidad que tiene y de la belleza de la juventud. Con el paso de los años añorará ser como lo es ahora.

5 ¿Pensando siempre en el futuro? No espere a entender el significado de la palabra ‘presente’ cuando llegue una enfermedad crucial a su vida, cuando atraviese una crisis en su familia, cuando se vea entre la vida o sienta la muerte a su lado. Recuerde que el momento es ahora.

Preguntas y respuestas

Claudia Astrid Becerra
Psicóloga Un. Nacional Especialista en Terapia del Sentido de la Vida

¿A las personas se les olvida vivir la vida intensamente?
Sí y con demasiada frecuencia, más de lo que uno se imaginaría. Las personas viven en esa constante de aplazar permanentemente el bienestar, la felicidad. Los proyectos están distraídos en las tareas, en el trabajo, en el curso, en los hijos, en lo urgente y no en lo importante.

La constante de muchos padres es esperar a que sus hijos salgan de la universidad para empezar a pensar en ellos.

¿Se puede decir que las personas pierden también la vida celando o en discusiones sin sentido, en cuestión de relaciones de pareja?
Sí, en el caso de las personas que sufren de celotipia se quedan proyectando su falta de autoestima y esperando a que el otro supla sus vacíos afectivos. No superan desde su propia mirada esas carencias afectivas.

Las parejas también se quedan sumergidas en peleas sin sentido porque no establecen el objetivo de toda relación que es ayudarse mutuamente a encontrar la felicidad. Al contrario se enfrascan en una lucha de poder, en tener la razón siempre.

Se dice que para vivir plenamente la vida debemos vencer día a día un temor que tengamos. ¿Cómo hacerlo?
Los miedos o temores son los que principalmente nos van quitando la posibilidad de disfrutar la vida, nos van quitando demasiado tiempo. Para vencerlos es importante lanzarse a hacer cosas nuevas, aprendizajes nuevos, tener claro cuándo una relación no sirve y desecharla. El miedo es la mayor causa de consulta porque detrás de cada caso lo que hay es miedo. Por eso quien teme a las alturas y no viaja debe subir y enfrentarse a ese miedo. Si la persona tiene miedo al ridículo debe enfrentarlo, de lo contrario se quedará diez años en terapia.

¿Cuál es la mejor fórmula para gozarse la vida?
Mirando cuáles son las prioridades, evaluando los resultados de mis acciones. Si están bien para mí es porque voy por buen camino, pero si llego a la casa y siento que lo que hice todo el día no me llena de satisfacción es porque estoy errada. Es darse cuenta si a lo que le estoy dedicando más tiempo me hace feliz o no.

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